lunes, 25 de octubre de 2010

Al siguiente Domingo:

Regresó mi hermana acompañada por un sacerdote y creí que a conciliarse conmigo para al fin dejar atrás tanto daño.
Pero como siempre me equivoqué:
Vinieron a exorcisarme!! Que por mi maldad!! Y yo por respeto al supuesto sacerdote; lo permití.
al poco rato el sacerdote se atraviesa en la puerta para obligarme a dejar entrar al sujeto: Mis hijos reaccionan sacando al sujeto a golpes y patadas.
Pronto nos encontrábamos como siempre heridos y traicionados, y yo lamentando haberles permitido como siempre entrar a dañarnos.
Acudí en busca del párroco de mi colonia y él me aseguro que ningún sacerdote católico se prestaría para una farsa como esa.
Se puede ser mas vil???
No es verdad que como pienso yo, si ella confía tanto en D. esperaría que sea Él quien haga justicia, y no erigirse ella como el ángel vengador???
ups!!!

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